jueves, 9 de diciembre de 2010

Comerciales: con corbata, cocineros y recepcionistas

La solución de NH para plantar cara a la crisis ha sido convertir a todos sus empleados en comerciales.

A través de su programa Todos somos ventas cada uno de los profesionales de la cadena hotelera sabe que una de sus responsabilidades es generar negocio. Desde el recepcionista y el director de recursos humanos, pasando por el responsable de ventas y hasta el cocinero o camarero de cualquiera de sus establecimientos, todos apoyan con sus labores comerciales al incremento de ingresos. “La iniciativa funciona por y para los empleados. Pedimos un compromiso para reforzar las ventas y la plantilla ha respondido”, explica Íñigo Capell, director corporativo de RRHH de NH.

Juan Mora, exdirector de recursos humanos de NH Hoteles, fue uno de los impulsores de esta iniciativa en cuya puesta en marcha también se implicó Gabriele Burgio, actual presidente y consejero delegado. Paulatinamente lo hicieron cada una de las áreas que integran la multinacional.

De eso hace un par de años, y ese esfuerzo global se ha traducido en 25 millones de euros en el primer año; Holanda y España, con 4 millones y 6 millones de euros respectivamente son los países que más han contribuido a incrementar el volumen de ventas. En 2010 esta iniciativa se ha renovado y, bajo el nombre Todos somos más ventas, NH pretende que esta filosofía de trabajo forme parte del ADN de la organización y de su marca. “Una empresa la hacen los empleados y NH los ha convertido en sus mejores embajadores”, dice Capell. NH tiene una plantilla de 20.000 empleados en todo el mundo.

La semilla de Todos somos ventas es un curso de formación específica en habilidades comerciales que se imparte a toda la plantilla. De forma paralela se instruye a los supervisores para que hagan un seguimiento de las ventas generadas por sus equipos, así como en técnicas de motivación que animen a sus profesionales a generar más ingresos. Además, se establece una serie de premios (noches de hotel, pequeños regalos, etcétera) para reconocer y premiar a aquellos empleados que demuestren mayor iniciativa comercial –este esfuerzo también se valora en la evaluación de desempeño y tiene hasta un impacto del 10% en la retribución variable–.

Las iniciativas generadas por cada empleado son gestionadas por el departamento comercial, es decir, si un recepcionista consigue que un amigo celebre su boda en uno de los establecimientos de la cadena, es un profesional del área de ventas quien se encarga de la gestión completa del evento. Se trata de involucrar a todos los empleados en labores comerciales pero son los expertos los que se ocupan de su desarrollo. Esta es la clave de Todos somos ventas, el rol de cada empleado es generar oportunidades en las que todos salen ganando: el profesional recibe una compensación y el departamento comercial aumenta ventas que, al final, revierten de forma directa en sus objetivos.

Formación a medida
El programa de formación y desarrollo de Todos somos ventas se estructura en tres fases. La primera tiene que ver con la concienciación. A través de presentaciones, talleres de trabajo y reuniones la cadena transmitió ese compromiso a sus empleados. Posteriormente cada trabajador junto con su supervisor traza un plan comercial en el que se definen las acciones que se van a llevar a cabo, el público objetivo y las expectativas de resultados, entre otros.

El círculo del proceso se cierra con el seguimiento: Los profesionales reciben una plantilla que les permite controlar sus acciones y su supervisor será quien realice un seguimiento concreto del mismo de cara a los objetivos, premios de reconocimiento, etcétera.

Fuente:

http://www.expansion.com/2010/11/19/empleo/1290171799.html?a=58aa1d1553ff1cbb207b6be156dc9bec&t=1291913990

Publicado por María Fernández Luque

1 comentario:

María del Mar Sáez dijo...

Me parece una idea estupenda, ya que además de conseguir generar negocio, se está implicando a todos los trabajadores del hotel, lo que se traducirá en un menor gasto, además de una amplia motivación por parte de la plantilla de los hoteles, se está consiguiendo que los trabajadores, desde un cocinero o ama de pisos hasta el director se involucren y con ello, que aumente su implicación, su esfuerzo y su eficacia en el trabajo. Realmente me parece una estrategia muy efectiva y producente, tanto para la cadena de hoteles en sí aumentado su volumen de ventas y con ello, los ingresos, como para los trabajadores de ésta, mejorando su bienestar y cultura empresarial.