jueves, 2 de diciembre de 2010

El turismo de bajo coste

En los últimos años hemos presenciado cómo han surgido las denominadas líneas aéreas de bajo coste, que han revolucionado el mercado del turismo, permitiendo viajar a miles de personas que antes veían inalcanzables los precios de un asiento en cualquiera de las aerolíneas de bandera.

El fenómeno surge en Estados Unidos, de la mano de Pacific Southwest en 1949. No fue hasta 1971 cuando surgiría la competencia con Soutwest Airlines (también en EE.UU.) pero el modelo no acababa de consolidarse.

Habriá que esperar hasta los años 90. La desregulación del mercado de vuelos comerciales en Europa permite un marco legal propicio para que nazcan EasyJet y Ryanair, dos exitosos modelos que han sido el referente de las numerosas aerolíneas que vendrían mas tarde: Germanwings, Vueling, Virgin Blue, Australasia, Aer Lingus, Wizzair y un largo etcétera.

Es entonces cuando la posibilidad de conocer cualquier ciudad en un fin de semana, descansar unos días en el mediterráneo o irse a esquiar un en una pequeña escapada invernal… se empieza a convertir en algo habitual.

Estas aerolíneas pronto suponen una seria amenaza a las compañías tradicionales, hasta tal punto que tienen que cambiar su modelo de negocio ofreciendo tarifas baratas, eliminando los menús o bebidas durante el vuelo para poder competir.

El ejemplo más claro del triunfo del modelo se produce entre 2001 y 2003, cuando las subidas del precio del petróleo y el terrorismo provocan fuertes pérdidas en la industria de la aviación y las compañías de bajo coste logran mantenerse en positivo mientras que las tradicionales son golpeadas duramente. En ese momento muchas compañías de bandera (como KLM, Iberia, o BritishAirways…) se deciden a lanzar filiales de bajo coste (Buzz, ClickAir, GoFly, …), aunque con escaso éxito.

En los años 90 se daba la bienvenida a este modelo, gracias al cual España veía como sus costas se llenaban de turismo europeo que llegaba a nuestro país con unos precios por pasaje muy competitivos. También el turismo de interior y urbano se veían beneficiados con la recepción de turistas durante todo el año.

Según los últimos datos publicados, el 55.5% de los pasajeros que llegaron en avión a España en Octubre de 2010 lo hicieron en una compañía de bajo coste. Este dato supone un crecimiento del 9.5% respecto al mismo mes de 2009. (Datos del Instituto de Estudios Turísticos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio).

Pero ¿hacia dónde nos lleva el “low cost”?

Pero en el “low cost” no todo son buenas noticias. El gasto por turista se ha visto mermado, como consecuencia del acceso al turismo de perfiles que no tienen un alto poder adquisitivo. En los últimos años es habitual toparse en la prensa con noticias que relatan las gamberradas de grupos de estudiantes que aprovechando las bajas tarifas vienen de juerga a nuestras costas… provocando pocas risas y alegrías y dejándonos destrozos y poco rendimiento económico.

En los últimos años en Europa se han puesto de moda las despedidas de soltero exprés, o las fines de semana de fiesta en España… en algunos incluso sin necesidad de pasar una noche de hotel… ida el sábado, vuelta el domingo…

En algunos casos el mercado se ha tenido que adaptar. Aldeasa, que gestiona la mayoría de las tiendas situadas en los aeropuertos españoles se ha visto obligada a cambiar su negocio. Parece absurdo vender perfumes o cremas de 100€ cuando el viajero apenas de gasta unos 50€ en un vuelo. Las tiendas de los aeropuertos ya no se corresponden con grandes firmas y cada vez más vemos comercios más asequibles: Zara, Mango o Cortefiel han abierto sus primeras tiendas en aeropuertos en los últimos años.

Una vez consolidado el bajo coste en la aviación, la industria del turismo se ha lanzado a trasladar un modelo de negocio viable y con éxito a otros sectores: hoteles, coches de alquiler, traslados, ...

¿Hacia dónde nos lleva este modelo? ¿Estamos dispuestos a mermar la calidad de nuestros productos para mejorar la cantidad de viajeros? Está claro que hay que buscar un punto en el que rentabilidad, calidad, costes y visitantes se pongan de acuerdo, de modo que ninguno se vea perjudicado.


Opinión Personal: Carlos González Burgos

1 comentario:

Francisco Orgaz dijo...

Hoy en día el turismo de bajo coste es importante para el turista, ya que hablamos de un medio de transporte que se usa a diario y que mueve a millones de turistas de un lugar a otro. El turismo ha ido creciendo en los últimos años y ha sido gracias entre otras cosas a los medios de transporte de bajo coste. Eso si este tipo de transporte para turistas si que tiene un inconveniente en viajes de corta escala: el tiempo y equipaje. Por ejemplo un viaje Sevilla Barcelona lo puedes hacer en una compañia aérea de bajo coste por precios de 30 a 90 euros, pero te hace estar en el aeropuerto un tiempo determinado antes a la salida del vuelo, y además tienes que llevar un peso determinado para no pagar más, claro esta, si se lleva equipaje además del equipaje de mano. Por contrario ese mismo viaje se puede hacer en AVE, aunque en este transporte no hay una limitación tan estricta en el equipaje y tampoco se necesita estar con antelación en la estación, cuenta con una desventaja que es la duración del viaje y el precio. Mucha gente analizando una oferta u otra elige el avión ya por rapidez y por términos económicos es más rentable.

Como conclusión pienso que este tipo de transporte es muy importante hoy día, ya que si no existiera determinados segmentos de la población no podrían permitirse viajar en este medio, y como consecuencia el turismo a nivel internacional bajaría, solo pudiéndolo ser disfrutado por personal de nivel económico alto.