jueves, 9 de diciembre de 2010

El mapa del turismo pasa por las bodegas de Ronda

Que los vinos de Ronda se han convertido en la gallina de los huevos de oro para el sector turístico ya no es un secreto aunque es necesario llevar la metáfora a la práctica. Las bodegas de la ciudad del Tajo han fijado la mirada en el flujo de visitantes nacionales y extranjeros, a los que quieren abrir sus puertas, que se trasladan a la Serranía atraídos por su popular gastronomía y la cultura del vino. De las 17 bodegas con las que cuenta Ronda y su comarca, algunas ya han llevado a cabo visitas organizadas con el objetivo de que el turista conozca las instalaciones, los viñedos y el proceso de obtención de los exquisitos caldos. Sin embargo, la iniciativa, en la que bodegueros y viticultores han visto una nueva oportunidad de negocio y de promoción de sus vinos, está prácticamente en pañales ya que se han desarrollado acciones puntuales y aisladas que distan mucho del enoturismo y de las sinergias que éste implica.
De hecho, tan sólo un 33% de los enovisitantes pernoctan en Ronda. En este sentido, Bartolomé Nieto, miembro del Comité de Expertos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y autor del libro 'Turismo asociado al vino en la Serranía de Ronda. Caracterización de la Oferta y la Demanda', ha elaborado una especie de decálogo que deben seguir viticultores y bodegueros si quieren enfocar sus instalaciones al turismo.
«Enorme potencial»
El principal obstáculo que encuentra el sector para madurar el enfoque enoturístico es la falta de coordinación entre restauradores, hoteleros y viticultores, e igualmente, la falta de cooperación público - privada, aseguró Nieto que continuó: «No existe una correcta conciencia de una estrategia de promoción local y comarcal pese a que la percepción del turismo y de sus beneficios por parte del sector es alta». Matizó que el enoturismo no es sólo hacer una bodega visitable sino también generar servicios turísticos en torno al vino.
«Ronda posee un enorme potencial enoturístico que reside en la calidad de sus vinos, aún no reconocida de pleno en los mercados local, nacional e internacional, y por la juventud de sus iniciativas, hay que recordar que la eclosión de las bodegas en Ronda se produjo en el año 2000», defendió Nieto.
Estrategias a seguir
Aunque la mayoría de las bodegas de Ronda se caracterizan por su pequeña dimensión estructural y empresarial el nivel de satisfacción de los primeros enovisitantes es muy alto. Ante esta situación, Nieto explicó que es necesario idear un programa organizado y disponer de personal formado y cualificado, con conocimiento de idiomas, para atender las visitas en las bodegas. Otras herramientas básicas son una página web que permita la compra de vino on line; la posibilidad de adquirir los caldos en la propia bodega que incluso puede suponer la creación de un establecimiento comercial dentro de las instalaciones; y poner en funcionamiento otros espacios como un hotel o casa rural que permita el alojamiento, un restaurante y una sala de proyecciones o multiusos. Además, la implantación de sistemas de gestión eficiente del agua, energía y espacios se presenta necesaria ya que la mayoría de los enoturistas valoran el paisaje en el que está enmarcada la bodega que visitan.
En cuanto al itinerario del recorrido, Nieto recomendó: «Debe seguir un orden lógico, comenzaremos hablando a los enoturistas sobre la historia de la bodega, haremos un recorrido por el viñedo, visitaremos las distintas fases de elaboración del vino, iremos a la sala de barricas, realizaremos una cata comentada y terminaremos visitando la tienda si existe».
Otras de las posibilidades serían la puesta en marcha de packs en colaboración con los hoteles y restaurantes de la ciudad con precios especiales de fines de semana; la organización de cursos y catas dentro y fuera de las bodegas; y la participación las ferias y jornadas. Entre los puntos débiles figurarían la fuerte inversión que tendría que hacer el empresario que debería evitar riesgos como caer en la banalización de la cultura del vino ante un excesivo enfoque turístico.


Publicado por Francisco Orgaz Agüera

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