sábado, 25 de diciembre de 2010

El 85% de los currículos de trabajadores mayores de 50 años acaban en la papelera.

La principal causa de discriminación en el mercado laboral español, por encima del sexo, la religión o la procedencia del trabajador, es la edad, según un estudio elaborado por DBM España(*), que rebela que el 85% de los currículos de mayores de 50 años recibidos por las empresas acaban en la papelera.
El informe constata que la discriminación por edad se evidencia permanentemente en las ofertas y oportunidades de empleo, a veces de manera sutil, como cuando se rechaza a un candidato que opta por una plaza vacante por estar "sobrecualificado", y otras de forma abierta cuando se especifica un límite de edad para la contratación.
Otras formas de discriminación limitan a partir de cierta edad el acceso a progarmas de formación y promoción, o los obligan a jubilarse, para evitar ser permanentemente relegados en sus funciones y oportunidades de desarrollo.
En los países de la UE, un 57% de la población estima que las personas a partir de lo 50 años no tienen la capacidad de trabajar de manera eficiente, cifra que aumenta hasta el 64% en el caso español.
(Artículo extraído de www.rrhhdigital.com)


Ahora, yo quiero dar mi opinión acerca de esta situación:

A mí, personalmente, me parece que puede haber muchísimas personas de determinada edad que supongan un aporte muy fructífero y rechazarlas sin más es para la empresa cerrarse muchas puertas.
Antes de decir no, la empresa debería molestarse en obtener información acerca de la persona, sus antecedentes, otros lugares en los que haya trabajado y ponerse en contacto con éstos para saber si se trata de una persona a la que merece la pena dar una oportunidad.
Seguramente serán, en muchos casos, personas que hayan desarrollado una labor durante muchos años en otras empresas, lo que supone, al menos, contar con cierta experiencia y dominar determinadas situaciones, pero no solamente eso, sino que además, puede que esas empresas en las que trabajó con anterioridad tengan un aforma de trabajar más adecuada que la que lleva a cabo la empresa y ésta puede aprovecharlo a través de este trabajador.
En resumidas cuentas, considero que esta situación no solo afecta a quien, con esa edad, busca trabajo, sino también a quien al contratar se cierra en banda y podría estar perdiendo una muy buena oportunidad.

1 comentario:

José Andrés de Toro dijo...

Estoy de acuerdo con Alicia: creo que la edad no debería ser una característica a tener en cuenta en numerosos puestos de trabajo. En muchas ocasiones se rechaza sin más una candidatura simplemente porque la edad no es la "adecuada" para el puesto. Pero ¿cual es la adecuada edad para desempeñar una actividad?. Comprendo que en determinados trabajos físicos sea determinante esta circunstancia, pero en otros no.
Deberíamos apostar por un sistema de recursos humanos basado en la capacidad de las personas para desarrollar un trabajo, dejando de un lado aspectos tan poco profesionales como es la edad en muchos casos.
Envidio en este sentido a la sociedad norteamericana y anglosajona en general, donde evalúan fundamentalmente a la hora de conceder un trabajo, la valía personal, lo que la persona va a aportar a la empresa, con independencia de la edad, sexo, etc. En este sentido, considero que deberíamos seguir.